Si eres auxiliar de vuelo seguro sigues de cerca a varias cuentas en Instagram y en Facebook. En Esatur Formación nos encanta descubrir perfiles interesantes, aquellos que nos hacen amar aún más la profesión (y que nos sacan algunas risas). Es por eso que cuando descubrimos a La Azafata Hipóxica no dudamos en contactar con ella y saber más sobre su alter ego.
¿Quién es la “Azafata Hipóxica”?
Azafata hipóxica es el alter ego de Andrea, una tripulante que ha preferido mostrar la “cruda realidad” de la profesión con un poco de humor en lugar del “postureo” habitual en este sector. Además de azafata de vuelo soy graduada en publicidad, devoradora de libros, aficionada a la fotografía y una mente inquieta con un viaje siempre en mente.
¿Cómo y por qué empezó “Azafata Hipóxica”?
Siempre me ha gustado mucho escribir y estudiando la carrera me aficioné a las redes sociales y al diseño gráfico. Empecé escribiendo un blog cuando me fui de Erasmus a Francia (2011) para tener al tanto a mis familiares y amigos y descubrí que me entretenía y me divertía contar mis “aventuras” de esa manera. Convertí el escribir en mi vía de escape.
Salvando las distancias y aterrizando en el presente me di cuenta de que la aviación suscitaba mucho interés, no solo a los que nos dedicamos a ella, sino también entre nuestros pasajeros. Cuando iba a una fiesta o a una comida con amigos acababa monopolizando la conversación respondiendo al tercer grado al que me sometían… así que una vez descubierto el filón por donde vi que podía tirar empezó Azafata hipóxica.
Internet ha cambiado mucho desde entonces y ya no se consumen tantos blogs como cuando yo escribía el mío en mi época de estudiante, lo que prima ahora es la imagen y el vídeo; así que cambié el formato escrito por los vídeos en YouTube y las gráficas en Instagram.
¿Cuál es el objetivo de la “Azafata Hipóxica”?
Lo que hago (o lo intento) es crear una “comunidad” (una gran tripu digital) que se sienta identificada con lo que publico y comparto, el mostrar la otra cara de la profesión del TCP, la que dista por completo del “glamour” y los viajes de ensueño, siempre desde el humor y el respeto. He puesto en marcha lo que a mí, como TCP, me gustaría ver, ya que todas esas cuentas con fotos de viajes idílicos no me dicen nada.
¿Cómo surge tu vocación por la aviación y los “altos vuelos”?
Nunca he tenido vocación, ni creo que la tenga. Me gusta el trabajo, el ambiente, vivir en una no-rutina constante y sobre todo viajar, ese fue el detonante que hizo que me decantase por trabajar volando. Pero no es “mi sueño” como muchos compañeros dicen cuando les preguntan por qué han elegido esta profesión. Yo lo veo más como un medio para hacer de un trabajo un estilo de vida, y viajar con muchas ventajas y beneficios, que era y es lo que a mí más me interesa.
Nos encanta el toque de humor de tus publicaciones. ¿Cuáles suelen tener más éxito?
Tienen más éxito las publicaciones de texto que las gráficas, los tweets que edito y comparto por instagram. Lo que he visto en estos meses que llevo con la cuenta, es que lo que mejor me funciona es lo que en el ámbito del marketing digital se denomina “storytelling”, que no es más que contar una historia. Si esa historia te hace esbozar una sonrisa y consigue que te identifiques con lo que estoy contando, está todo hecho.
¿Cuáles son tus fuentes de inspiración?
Mi fuente de inspiración es mi día a día en el avión, la propia experiencia con el pasaje y en el trabajo… Si recordara todo lo que pasa en un solo día, a este ritmo tendría para escribir un libro, hacer una película y un spin off de la serie “Panam”.
Dinos tu top de #TPCfacts.
– El típico PAX que quiere entrar al baño (en vuelo) por la puerta del avión.
– El típico PAX que intenta meter su maleta en un hueco ínfimo a pesar de ser evidente que no va a caber…
– El típico PAX que te rebate argumentando que él (o ella) «vuela más que tú».
– El típico PAX que te pregunta (en vuelo) por dónde estamos pasando.
– El típico PAX que embarca el último, está el resto de pasaje a bordo y todos los racks cerrados, y se pone a abrirlos TODOS para ubicar su mochila, y una vez ve por sus propios ojos que efectivamente no hay hueco (como ya le habían advertido) se sienta dejándolos todos abiertos.
* PAX es la abreviatura internacional utilizada en la industria turística para designar la palabra «pasajero»
Sobre la profesión
¿Azafata, auxiliar o Tripulante de cabina de pasajeros (TCP)? Dicen la denominación de “azafata” le quita rigor a la profesión. ¿Qué opinas?
No creo que le quite rigor, pero el término TCP es más inclusivo ya que en cabina también trabajan hombres, y la tendencia es que cada vez se equipare más; así que “tripulante de cabina de pasajeros” me parece más acertado.
¿Recuerdas tu primer vuelo como TCP? Cuéntanos tu experiencia.
Mi familiarización fue un BCN-PMI-BCN-BSL-BCN firmando a las 6 de la mañana. Me acuerdo más del trayecto en autobús hacia el aeropuerto con mis dos compis de piso (y de OCC) que del día en sí. Los 3 teníamos la FAM a la misma hora e íbamos hechos un mar de nervios, creo que por eso no tengo muchos recuerdos… Los dos primeros vuelos fueron muy cortitos así que tampoco pude aprovechar todo lo que me hubiera gustado ya que ir a Baleares desde Barcelona es subir y bajar… El servicio es a demanda y no hay tiempo para nada.
Recuerdo que mi familiarizadora (y la tripu en general) fue muy buena y paciente conmigo, aproveché para preguntar muchas dudas y aprender al máximo durante el día. Ahora, 3 años después y visto desde la distancia, lo recuerdo con mucho cariño, pero en el momento fue un trámite que me puso muy nerviosa.
¿Cuáles son los mayores desafíos a los que te has tenido que enfrentar en la profesión?
A soportar situaciones tensas con el pasaje a bordo que se escapan de tus competencias, como retrasos importantes, averías, cancelaciones… Las personas se ponen muy nerviosas, pierden los papeles y tú eres la cara visible de la compañía. Acabas siendo el saco de boxeo (metafóricamente) donde van a parar todos esos golpes que los pasajeros no pueden canalizar cuando están dentro del avión.
Cuéntanos una anécdota divertida en algún vuelo.
Cuando hay algún TCP muy nuevo en la tripulación a veces el resto nos compinchamos para gastarle alguna broma. Esa vez todos acordamos que le diríamos a la chica nueva que en el último vuelo ella debería aterrizar el avión, que es algo que hacemos todos en los primeros días, por si un piloto se incapacita, que se pueda “salvar” el vuelo. Nos pasamos los 3 primeros saltos tejiendo la broma y hablando con ella con total naturalidad sobre el aterrizaje que iba a realizar en el último vuelo. Cuando llegó el momento y entró a cockpit para “aterrizar el avión” estaba tan convencida que pretendía ¡hacerlo de verdad! Vaya risas nos echamos durante todo el día.
Para finalizar, ¿qué consejos le darías a nuestros futuros TCP’s?
Que tengan paciencia, ganas de trabajar y que sepan separar lo que pasa en el avión de la “vida real”, que vayan a volar con una capa de aceite por todo el cuerpo, para que lo que le pase dentro del avión al TCP Fulanito no afecte al Fulanito de verdad. Que aprendan con los compañeros, que pregunten las dudas sin miedo, que como se dice siempre en el briefing «en aviación no hay ninguna pregunta tonta».
Que sean empáticos con el pasaje, que los escuchen e intenten ayudar en todo lo que puedan. Aunque a veces se nos olvida: sonreír es gratis, y se consiguen muchas más cosas con una sonrisa en la cara que con un mal gesto.