El copiloto es el acompañante del conductor en el asiento delantero de un coche. Si tienes el carnet de conducir, seguro que has viajado con al menos de uno de estos perfiles.
El hablador
Todos tenemos amigos a los que les gusta hablar y del que disfrutamos al escuchar sus locas anécdotas. Pero seis horas de viaje son demasiadas para prestar atención a un monólogo sobre su vida, sobre la situación política y económica, mientras tú vas fijándote en las señales para acabar en tu destino y no en la otra parte de la Península.
Aprovecha un momento de silencio y pon música. Puede que se calle un poco.
El callado
En contraposición al acompañante hablador existe el callado. Hacer un viaje largo con una persona que no habla en absoluto tampoco es la panacea. Intentas sacar temas de conversación para romper los silencios incómodos y recibes por respuesta un escueto «sí» o un «no».
Lo mejor para este tipo de copiloto es encender la radio y hacer el recorrido como si viajaras solo, aunque tengas a un ser humano a tu lado.
El dormilón
Siempre que viaja en coche le pasa lo que te pasaba a ti de pequeño: que acababas dormido con el traqueteo de la carretera. La diferencia es que tu acompañante supera la veintena.
Los consejos para hacer tu viaje más agradable son los mismos que debes seguir con un copiloto callado, ponerte música y conducir como si viajaras solo. O ser un poco travieso y despertarlo a propósito con un frenazo.
El conductor
No es Fernando Alonso ni María de Villota pero lo vive. Es aquel que te avisa si vas demasiado lento o demasiado rápido, el que te grita cuando llegas a la circunvalación, cuando cambias un semáforo o a un paso de peatones. Este tipo de copiloto actúa como si el conductor fuera ciego y él tuviera que guiarlo. Por supuesto, también criticará tus cambios de carril, adelantamientos y tu posición al volante.
Nuestro consejo es que le digas que le cambias el puesto para convertirte en el copiloto dormilón.
El inquieto
Es aquel que no para de tocar todos los dispositivos del coche, desde cambiar la música a su antojo, subirla cuando suena su canción preferida hasta poner la calefacción o el aire acondicionado a tope. También es capaz de sentarse de infinitas formas y de preguntar varias veces «¿cuánto falta?».
¿La solución? Reñir o pasar.
El instagrammer
Quizás podría ser el peor, porque un buen copiloto no llama la atención del conductor. Este amante de las fotos y los filtros de Instagram que quiere realizar un reportaje del viaje en las redes sociales puede hacer que tengáis un accidente a base de selfies.
Tira su móvil por la ventana (es broma). Enfócate y que no te distraiga tanto. ¡No te tomes fotos mientras conduces!
El GPS
No podía faltar el copiloto que hará las veces de GPS. Este tipo de copiloto te vendrá muy bien para leer los mapas mientras tú conduces y para proponerte recorridos alternativos si hay atasco. Eso sí, también hay copilotos que son un GPS estropeado y en vez de guiarte te llevarán en la dirección contraria. Si es así, nunca está de más hacer una parada o encender el GPS del coche con audio para no quitar los ojos de la carretera.
No sabrás lo bueno que es hasta que lo pongas a prueba. El mejor se apañará con un mapa en papel.
Y tú ¿con cuál copiloto te identificas más? Te recomendamos el vídeo de Cris y Aitax. Estamos seguros que te identifican con algún perfil.
Fuente: ¿Qué clase de copiloto eres?, de Belén Gómez. Contenido Creative Commons BY-SA del eldiario.es.