La palabra wanderlust, de origen alemán (de la composición de la palabra ‘wandern’, o ‘vagar’ en español, y de la palabra ‘lust’, cuyo significado es ‘pasión’) no tiene una traducción literal a nuestro idioma, pero se define como un fuerte deseo o impulso de recorrer y explorar el mundo.
Aunque el estrés laboral y el ritmo de vida frenético animan a cualquiera a tener impulsos de viajar, el espíritu wanderlust va mucho más allá de un mero deseo o necesidad puntual de escapar de la rutina. Wanderlust es la incapacidad de permanecer quieto en una misma ciudad durante un largo periodo de tiempo. Es inquietud, necesidad de descubrir siempre nuevos países, y unas ganas irrefrenables de estar, constantemente, de aquí para allá. Si pudiéramos ponerle una cara conocida a este tipo de síndrome, esa sería la cara del protagonista de “into the wild”, el retrato de un rechazo absoluto hacia el modelo de vida que hoy en día conocemos y aceptamos, para adoptar un estilo de vida nómada (aunque llevado bastante al extremo).
Estudios científicos demuestran el origen genético de esta “personalidad”
Algunos estudios relacionan esta personalidad con un gen que provoca que aumente el nivel de dopamina. Se trata del DRD4-7R, un gen relacionado con la curiosidad y la inquietud.
Decenas de estudios en humanos han descubierto que la variante 7R hace a sus portadores más proclives a aceptar riesgos, explorar nuevos lugares, ideas, comidas, relaciones, […], y, en general, a apreciar el movimiento, los cambios y la aventura. Los estudios en animales que simulan la acción del 7R sugieren un incremento de su propensión al movimiento y la novedad. (National Geographic).
Parece ser, por tanto, que, a pesar de la popularización de este concepto en los últimos años, especialmente a través de las redes sociales, esta característica personal tiene un origen genético que acompaña para siempre a quien lo posee. En este sentido, parece lógico pensar que alguien con este gen no podría encajar nunca en la sociedad y el ritmo laboral al que hoy en día estamos acostumbrados.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad, existen trabajos que funcionan a la perfección como un estilo de vida adaptado a este espíritu viajero e inquieto, entre ellos, auxiliar de vuelo o auxiliar de cruceros, dos de los trabajos que mejor encajan para este perfil personal.
Y vosotr@s, ¿qué creéis? ¿os sentís identificados con este espíritu nómada? ¡contadnos vuestra opinión en los comentarios o en redes sociales, nos encanta leeros!
Estamos convencidos de que el 100% de nuestros antiguos alumnos tienen un espíritu wanderlust, ¡por eso aman su trabajo!