Gema Vicedo estudió nuestro curso de Tripulante de Cabina de Pasajeros (TCP) hace seis años. Actualmente, vuela como TCP y es Jefa de Cabina en Vueling. Conoce su experiencia laboral y sus recuerdos sobre la escuela.
¿Quién es Gema Vicedo?
Soy una chica Alicantina de 26 años muy trabajadora y capaz de conseguir lo que me propongo. Terminé mis estudios de bachiller, teniendo muy claro lo que buscaba para mi futuro, ser Tripulante de Cabina. Para ello me informé y acudí a la escuela de formación, Esatur, centro que me abrió las puertas para llegar a conseguir mi sueño y lo que a día de hoy es mi trabajo.
También, realicé un Grado Superior de Guía, Información y Asistencia Turística y trabajé en varios sectores relacionados con el turismo y congresos, además de otros empleos de cara al público.
A día de hoy formo parte de una compañía aérea, en la que llevo 3 años y medio trabajando como Tripulante de Cabina y en la que tengo la suerte de poder ser también la Jefa de Cabina o Sobrecargo.
¿Por qué elegiste ser Auxiliar de Vuelo (TCP)?
Desde bien pequeña he tenido cierta debilidad y pasión por los aviones. Antes de decidir ser Auxiliar de Vuelo, solo había montado cuatro veces en avión, pero me apasionaba y algo me decía que yo tenía que llegar a conseguir estar en los aires. Así que cuando terminé mis estudios estaba muy segura de querer conseguirlo.
No dudé en informarme y realizar el curso, hecho que hizo que al estudiar toda la materia relacionada única y exclusivamente con los aviones, los adorara todavía más si cabe.
¿Cómo fue el proceso de selección en la aerolínea después de terminar el curso?
Recuerdo que mandé el currículum y al día siguiente me llamaron para citarme al proceso de selección que tenía lugar la semana siguiente en Barcelona.
Una vez llegas a las oficinas, te encuentras con muchos compañeros que, como tú, van al proceso de selección. Hablas con ellos y los conoces mientras que llega la hora y te llaman para entrar a una sala. En esa sala explican un poco el funcionamiento de la compañía y lo que buscan. Más tarde, realizan unas pruebas que constan de:
- Prueba de medición de altura a cada aspirante (chicas mínimo 165cm)
- Test psicotécnico
- Prueba de nivel de inglés
- Dinámica de grupos
A partir de estas pruebas hacen una selección de los candidatos que continúan y los que no. Si no has tenido la suerte de continuar, tienes que esperar seis meses para volver a aplicar para la compañía. En caso de que hayas sido seleccionado, pasas a realizar la entrevista personal e individual.
Una vez realizada la entrevista, se ponen en contacto contigo para comunicarte si empiezas a formar parte de la compañía y, en caso de que la respuesta sea positiva, se realizará la firma de contrato y un curso llamado de “conversión”que dura una semana, donde aprendes todos los conceptos, procedimientos y forma de trabajo de la compañía.
En caso de que superes el examen tanto teórico como práctico del curso de “conversión”, tienes que realizar el vuelo de familiarización, que es el primer vuelo real que realiza el tripulante con ayuda de un instructor familiarizador que le va explicando la forma de trabajo y las tareas a realizar durante el día. Normalmente cuenta de cuatro sectores, los tres primeros son de aprendizaje y el último es el que se conoce como “suelta” en el que el tripulante tiene que realizar las tareas aprendidas durante el día por su cuenta siendo observado y evaluado por el familiarizador.
Una vez superado todo esto, podemos decir que formamos parte de la compañía y… ¡A volar!
¿Recuerdas tu primer vuelo como TCP? Cuéntanos tu experiencia.
Por supuesto. El primer vuelo nunca se olvida. Recuerdo que tenía un Barcelona-Palma de Mallorca-Barcelona-Düsseldorf-Barcelona. No iba nerviosa, sino expectante. Llegué a la sala de firmas, donde se juntan todas las tripulaciones, y había muchísima gente.
Una vez encontré a mi tripulación, me sentí mucho más relajada ya que eran todos encantadores y estaban dispuestos a ayudarme en todo. Comenzamos realizando el llamado “briefing” en el que se informa de todos los datos de la rotación de ese día, donde se repasan los procedimientos de emergencia y la documentación de cada tripulante y se reparten las tareas. Una vez realizado, nos vamos al avión.
En el avión se realiza el chequeo de seguridad correspondiente para verificar que todo el material de emergencia está OK. Después de ello, se empieza con el primer embarque. Yo, en este momento me sorprendí, porque sentía como si hubiera estado trabajando ahí toda la vida, me sentía cómoda, sin presión, sin nervios ni vergüenza y eso, junto con el instructor familiarizador (quien fue muy simpático), hicieron el día muy fácil. Por lo que salí contentísima y con muchas más ganas de seguir por los aires.
¿Cuáles son los mayores desafíos a los que te enfrentas en esta profesión?
El primer “desafío” es dejar tu ciudad, a tu familia y a tus amigos para instalarte en otra ciudad que no conoces, en la que no te sabes mover y en la que no conoces a nadie. Quizás también, los cambios horarios a la hora de trabajar son complicados al principio cuando no estás acostumbrado a horas tan intempestivas como las de algunas rotaciones. Hay que saber que es un trabajo muy bonito pero duro también.
Aunque he de decir, que pronto te acostumbras a tus nuevos hábitos de vida y enseguida conoces a gente encantadora en el trabajo.
Después de realizar varios vuelos, ¿cuáles consideras que son las claves para ser un buen TCP?
Desde mi punto de vista, la clave esencial es que te guste el trabajo, partiendo de esa base todo el mundo puede ser un buen TCP. Desde mi experiencia tiene que ser una persona activa, con ganas de trabajar, educada, empática, amable, resolutiva, capaz de estar siempre alerta y, sobre todo, que le guste el compañerismo. Esto último es realmente importante ya que el trabajo en equipo con tus compañeros y la buena comunicación es esencial en el día a día.
Por último, tengo que destacar que tienes que ser una persona alegre, dispuesta a tener siempre una sonrisa en la cara, porque al fin y al cabo, es lo primero que los pasajeros reciben de nuestra parte.
¿Qué te aporta personalmente esta profesión?
A mí la profesión me apasiona, me aporta vida, felicidad y conocimiento. Poder viajar y conocer personas nuevas cada día que siempre aportan algo en tu vida es muy gratificante. Pero, sobre todo, me aporta valores, ya que la confianza que acabas forjando tanto con tus compañeros como con cada pasajero que acabas de conocer es a veces tan grande que si te paras a escucharlos y a entenderlos aunque sea por un segundo, acaban enseñándote mucho.
Pero para mí, lo más gratificante de todo, es que el pasajero se baje del avión con una sonrisa y agradeciéndote tu trabajo y tú forma de tratarlo. No hay mayor aporte de energía que ese.
Seguro que tienes muchas anécdotas. ¿Nos puedes contar alguna?
La anécdota que mejor recuerdo y que además, me ha ocurrido no hace mucho, fue llevar a mi jugador de fútbol favorito, al que llevaba siguiendo años y años. Fue tal la emoción de llevarlo a bordo que cuando me dijeron que estaba en el avión fui corriendo a verificarlo, me quedé mirándolo y no hice nada. Tal cual. Me quedé pasmada. Fue un momento gracioso.
Otra anécdota que me hizo mucha ilusión, fue encontrarme con una compañera de mi curso de TCP de Esatur que iba como pasajera. Yo estaba recibiendo al pasaje en el embarque y apareció ella después de cuatro años con una niña preciosa que acababa de tener, fue genial encontrarme con ella y un placer llevarla de pasajera ya que habíamos vivido muchas cosas juntas en el curso y fue como volver a recordar lo vivido y ser todavía más consciente que había cumplido mi sueño.
Sobre la escuela
¿Cómo fue tu experiencia educativa en Esatur Formación y cómo ha influido en tu futuro profesional?
Para mí, Esatur fue la puerta clave que abrió mi futuro en la aviación. Cuando decidí que quería estudiar para ello, fui a la escuela a informarme y el trato que recibí fue tan bueno que no lo dudé. El curso lo recuerdo con muchísimo cariño y recuerdo que además de aprender, disfruté de todo el proceso.
Éramos como una pequeña familia tantos los alumnos, como los profesores, como el personal que trabajaba allí. No puedo estar más agradecida a la escuela de poder haber vivido esa etapa con ellos y seis años después, poder decir que estoy contentísima de formar parte de la aerolínea a la que pertenezco como Tripulante de Cabina.
Además reencontrarte con tus compañeros de curso de TCP de Esatur por los aeropuertos como me pasó esta misma semana, después de seis años, o incluso encontrarte con compañeros del curso de TCP de Esatur en tu misma compañía aérea y poder volar con ellos no tiene precio.
¿Qué le dirías a aquellos que se están planteando estudiar en Esatur Formación para seguir formándose?
Que no pierdan la oportunidad de llevar a cabo lo que quieren, ya que en Esatur puedo garantizar que aprendes disfrutando, que es una escuela muy profesional y cuidan que sus alumnos estén cómodos y se lo pasen muy bien a la vez que aprenden.
Hacen que las clases y el curso se te pasen volando, y nunca mejor dicho.
Si pudieras repetir tu experiencia educativa en Esatur Formación. ¿Lo harías?
Por supuesto. El trato que tuve fue increíble y lo recuerdo con muchísimo cariño, tanto las clases como todo el personal y mis compañeros. Y ahora con su amplia oferta de cursos, sin duda repetiría. Seguir formándose nunca está de más, y como digo, hay mucha variedad de cursos a elegir relacionados con el turismo.