Cuando las cosas no salen según lo planeado en pleno vuelo, el bienestar de los pasajeros depende de que la tripulación de cabina mantenga la calma en momentos de crisis.
¿Crees que eres un profesional en mantener la cabeza fría cuando las cosas se tuercen? Si es así, definitivamente es una señal de que eres Auxiliar de vuelo, ¡o deberías serlo!
Si bien el estilo de vida de la tripulación de cabina puede ser emocionante y glamuroso, es importante recordar lo esencial que es su función real: garantizar la seguridad de los pasajeros pase lo que pase.
Que no cunda el pánico
Si ocurre una crisis durante un vuelo, el trabajo de la tripulación de cabina es tranquilizar a los pasajeros y asegurarse de que sigan los procedimientos de emergencia correctos.
Lo más importante para la tripulación de cabina es no entrar en pánico. Recordar su entrenamiento y mantener la calma puede marcar la diferencia: la ansiedad se puede propagar fácilmente a bordo de un avión.
Procedimientos de emergencia
Es bastante habitual que los pasajeros no presten atención a la demo de seguridad que se realiza. En este sentido, la tripulación de cabina no puede obligar a la gente a mirar, pero si los pasajeros ruidosos interrumpen su demostración de seguridad, ¡está en su derecho de intervenir!
La tripulación de cabina recibe una amplia formación especial para que sepan cómo manejar cualquier tipo de emergencia. Desde aterrizajes imprevistos, accidentes inesperados, hasta incendios y enfermedades repentinas a bordo, ¡existen procedimientos de emergencia para todo!
No nos cansamos de decirlo: ser Tripulante de cabina es mucho más que servir bebidas y guardar el equipaje de forma segura. Las habilidades requeridas para la tripulación de cabina incluyen la lucha contra incendios, nadar y saber cómo evacuar un avión de una manera tranquila, controlada y segura.
Habilidades de la tripulación de cabina
Cuando el jet-set internacional es parte de la descripción de tu trabajo, no hay dos días iguales. Es por eso que la tripulación de cabina debe ser excelente en cuestiones de adaptación y ser profesional.
Como ya hemos dicho, la capacidad de mantener la calma es clave.
La tripulación de cabina está ahí para asegurarse de que los pasajeros permanezcan seguros y tranquilos durante su vuelo. Es por eso que resulta muy habitual que los auxiliares de vuelo posean experiencia previa en atención al cliente. Saben perfectamente cómo ser amigables y eficientes, y también cómo lidiar con cualquier sorpresa desagradable que pueda surgir.
¿Y tú? ¿Crees que tienes madera para ser Tripulante de Cabina?
Si bien es cierto que los Auxiliares de Vuelo poseen una amplia formación para estar completamente preparados ante cualquier situación de emergencia, existen, además, ciertas cualidades personales que ayudan a ser un TCP cualificado.
Tener una baja impulsividad, ser observador y reaccionar friamente ante los imprevistos, así como tener una alta tolerancia a situaciones de estrés y, por supuesto, no tener fobias, son algunas de las características que mejor definen a un buen TCP en apuros.
Como se suele decir en el gremio: «Un TCP es enfermero, psicólogo, bombero, policía y nanny«.